martes, 17 de marzo de 2009

Después del descanso...

Después del descanso... la vida con todas sus oportunidades y circunstancias que nos hacen no olvidar que estamos aquí para algo. He disfrutado con mi esposa e hijo un fin de semana agradable, pese a la circunstancia de que nuestra salida a otra ciudad fue motivada porque una tía de ella se encuentra grave de salud (por angina de pecho).
Sin embargo, estando en Teziutlán, Puebla, otro de los familiares, Edmundo, nos hizo favor de llevarnos a su rancho y pudimos disfrutar la cercanía con la naturaleza y la maravilla de ver descender la neblina hasta el punto de impedirnos ver la casa que estaba a solo unos diez metros de donde nos encontrábamos mi hijo y yo. El frío, la brisa en la cara y el calor del cuerpo de mi hijo que me abrazó porque sintió miedo y lo tranquilicé, me permitieron vivir sensaciones de libertad, aventura y descubrimiento muy agradables.
No cambiamos por nada esta experiencia y de regreso a casa, nos ha quedado claro que la construcción de neustra aventura de vida se enriquece con momentos como ese. ojalá que tu tengas una oportunidad similar.

Un abrazo
Marcelino